Columna escrita por Ernesto Delima, presidente de la Organización Delima y miembro de la UAV. Artículo original: www.protafolio.co
____
Este domingo se celebran en Colombia las elecciones para escoger a quienes van a integrar el Congreso de la República durante los próximos cuatro años, y los ciudadanos tenemos la oportunidad de elegir a los mejores candidatos, tanto para el Senado como para la Cámara de Representantes, como lo vienen recomendando un buen número de columnistas de diferentes periódicos y la Unidad de Acción Vallecaucana (UAV), en su carta que comenzó a circular esta semana, cuya lectura recomiendo.
Como me han parecido muy válidas las recomendaciones que contiene la comunicación de la UAV invitando a los ciudadanos para que voten bien, he decidido transcribir a continuación alguna de las que me parecieron más relevantes, con unas pequeñas variaciones de forma: “Votar bien. Vote por el candidato que a usted más le guste, no por el que le sugieran sus padres, hermanos, vecinos o jefe. Escoja ese candidato conociendo su trayectoria, nexos y propuestas. Busque información de fuentes neutrales y leales hasta el final”. “Quien le prometió el cielo a su comunidad e incumplió, no es el bueno … no vote por él”. “No venda su voto. El que le ofrezcan trabajo para un hijo no es suficiente para vender su conciencia, porque… ¿y el trabajo para usted? ¿Y para su vecino? ¿Y para su hermano?”. “¡Cincuenta mil pesos duran un día, un mal gobernante dura cuatro años! El plato de lechona le dura una hora. El saco de cemento no le alcanza para terminar su casa. El que compra favores también se vende. Lo que empieza mal termina peor”. “El mejor candidato no es el que le está haciendo un favor a usted. Deje de pensar en qué es bueno para usted y piense en qué es mejor para todos”. “Entre más personas salgan a votar más difícil le queda al corrupto ganar”. Aunque soy consciente de que la mala imagen que tiene el Congreso, por el mal comportamiento de algunos de sus integrantes, induce a la altísima abstención electoral que existe en nuestro país, si realmente queremos que las cosas cambien es imperativo votar por candidatos cuya trayectoria sea impecable, tanto en su desempeño en los cargos que hayan ocupado en el sector público o privado, como en su comportamiento personal, evitando que a esta institución lleguen personajes que solo procuran enriquecerse o que tengan un historial de violencia intrafamiliar, como sucede con algunos de los actuales padres de la patria. Para que las democracias funcionen bien se requiere que uno de sus pilares fundamentales que lo constituyen, su Congreso, esté constituido por ciudadanos competentes y, por supuesto, de conducta intachable, dos condiciones que infortunadamente no reúnen muchos de nuestros actuales congresistas. Por ello, me uno a quienes recomiendan votar por los candidatos que sí cumplen con esas dos condiciones, evitando hacerlo por los que han defraudado a sus electores, o por sus inmediatos familiares u obsecuentes colaboradores, algo de común usanza en Colombia.