Columna de opinión escrita por Gerardo Quintero para el diario El País. Ver artículo original.
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De ese aguacero de candidatos a la alcaldía de Cali, como de manera tan acertada lo resumió la periodista Olga Lucía Criollo en la edición de El País del domingo pasado, al final solo quedará una leve llovizna. De los 17 aspirantes que se vislumbran hoy, la falta de recursos, la escasez de votos y las alianzas en el envión final decantarán a la mayoría. Aunque aún es temprano, es posible analizar las posibilidades de quienes encabezan el pelotón. Empecemos con Alejandro Éder, quien probablemente tenga el mayor reconocimiento, lo que no necesariamente se traduce en votos. Es decir, Éder es un hombre reconocido, especialmente por el notablato caleño porque es un apellido con tradición y un empresario honesto que ha trabajado en el sector público, especialmente en el ámbito social. La paradoja es que hacia allá se dirigirá la guerra sucia, es decir, convertir el tinglado político en la peligrosa lucha entre ricos y pobres, con el consiguiente daño que eso le hace a la ciudad.
Jorge Iván Ospina aparece también arriba en las encuestas preliminares. No tenía necesidad del desgaste a que se verá sometido porque ya había estado en el CAM y a pesar de los problemas que enfrentó, salió con imagen favorable. El controvertido exalcalde ha decidido jugarse una carta complicada, con contradictores que ya conocen sus puntos débiles. Es un hombre simpático, cuya mayor virtud es conectar fácil con el electorado, algo que pareciera costarle a Éder. Las investigaciones que tiene, más el desgaste de las megaobras y su apoyo a Petro serán banderas que sus contradictores enarbolarán para asustar al electorado. Roberto Ortiz, el popular ‘Chontico’, es un hombre querido por la gente, pero que a la clase dirigente le cuesta verlo dirigiendo a la ciudad. Sin embargo es clave sostenerlo para que le pueda quitar votos a Ospina.
Ahora, es posible que Ortiz se crezca y se convierta en un as bajo la manga. Durante la campaña pasada aprendió montones, fui testigo de cómo molió documentos, se aprendió las cifras y estudió la ciudad. Ojo con el ‘Chontico’, recuerden los ciclos políticos de Cali. No descarten que el Centro Democrático llegue aquí. Ortiz es muy cercano a Angelino y si el concejal Roberto Rodríguez y Éder se descuelgan no es descabellado que el CD termine en este escenario.
Finalmente una tercería puede estar encarnada en Michel Maya. Joven, carismático, con buen discurso. Le apuntará duro a la clase media. Si la campaña se polariza tanto como preveo, Maya puede llegar por el centro y rematar con un discurso conciliador que arrastre opinión.
Alexánder Durán ha hecho una tarea interesante. Ha recorrido los barrios populares e hizo un viaje inédito por el andén del Pacífico conectándose con los parientes de la mayoría de habitantes del Distrito de Aguablanca. Hay que esperar los sondeos a ver eso cómo se materializa. Pareciera ser el candidato de Armitage, pero el respaldo ha sido tibio con el exsecretario de salud. El juego de la política local apenas empieza, hagan sus apuestas.